jueves, 16 de mayo de 2013

LA KABBALAH NO ES MISTICISMO


La Cabalá no es misticismo, es una ciencia.  Es una manera de conectarse directamente con eventos que nos parecen mágicos e insondables porque, en nuestro actual estado de conciencia, no entendemos cómo funcionan. Sería lo mismo que alguien llevara un encendedor a una tribu viviendo en un lugar apartado en donde nunca hubieran visto un artefacto de este tipo. Esta persona sería considerada como el dios del fuego, o alguna mística criatura que puede aparecer llamas en sus manos. Esto significa que se trata simplemente de lo que está oculto y lo que está revelado.

La Cabalá no es magia. La magia implica el uso de Fuerzas Superiores ocultas para manipular a la gente, conseguir lo que se desea y obtener determinados resultados para beneficio personal en detrimento de otra persona.  Sin embargo, es imposible conectarse con las Fuerzas Superiores a menos que el hombre cambie su naturaleza moral interior. El alcance dentro de la Cabalá es una cuestión de transformación interior .

Se debe acudir a libros que hablen sobre Espiritualidad para poder comprender los estudios sobre Kabbalah.

Y finalmente, se relaciona a la Cabalá con las enseñanzas orientales, pues debido a la ignorancia, se la asoció con el Budismo y con algunos aspectos del Hinduismo que tratan abiertamente sobre espiritualidad. Pero se debió a que la espiritualidad, como la explican los libros cabalistas, no se había revelado.

 A pesar de que sus orígenes se remontan a tiempos ancestrales, a la época de la antigua Babilonia, la sabiduría de la Cabalá ha permanecido virtualmente oculta de la humanidad desde que apareció hace más de cuatro mil años. De hecho, hasta la fecha sólo pocas personas saben realmente lo que es la Cabalá

 En un lenguaje más sencillo podemos decir que existe una Fuerza Superior, que abarca todo, o "el Creador", que gobierna el todo lo que existe en la realidad. Todas las fuerzas del mundo descienden de esta fuerza exhaustiva. Algunas de estas fuerzas nos son familiares, tales como la gravedad o la electricidad, mientras que existen fuerzas de un orden Superior que actúan al tiempo que se mantienen ocultas de nosotros.

La Cabalá posee el mapa o el conocimiento sobre estas fuerzas ocultas; la forma en que están estructuradas y la leyes mediante las cuales nos influyen. Nos enseña cómo desarrollar un sentido especial para percibir estas fuerzas y, finalmente, descubrir su único propósito: conducirnos a la revelación del Creador mientras vivimos en este mundo.

La Cábala o Qabbaláh (del hebreo קַבָּלָהqabbalah 'recibir') es una de las principales corrientes de la mística judía. La base estructural de este estudio consiste en el análisis del Árbol de la Vida. Entre los judíos, es la tradición oral que explica y fija el sentido de la Sagrada Escritura, y por tanto entiéndase por Cábala al conocimiento en cuanto a las cosas celestiales mediante el ejercicio del estudio y cumplimiento de preceptos y reglas superiores.

La Cábala precede a cualquier religión o teología y fue dada a la humanidad por el mismísimo Dios, sin pre-requisitos ni pre-condiciones. Según las enseñanzas cabalísticas, el universo funciona de acuerdo a ciertos principios supremamente poderosos. Al entender estos principios y al aprender a actuar de acuerdo con ellos, la vida mejora enormemente en lo inmediato, y se logra a mediano y largo plazo la verdadera plenitud, para uno mismo y para toda la humanidad.

Así, de la misma manera en que las leyes físicas básicas, tales como la gravedad y el magnetismo existen independientemente de nuestra voluntad y de nuestra conciencia, las leyes espirituales del Universo influyen en nuestras vidas cada día y a cada momento. La Cábala brinda el poder de entender y vivir en armonía con estas leyes, y además, de usarlas para beneficiarnos a nosotros mismos y al mundo.

La Cábala es mucho más que un sistema filosófico intelectualmente convincente. Es una descripción precisa de la naturaleza entrelazada entre la realidad espiritual y la física; y es un compendio total de métodos poderosos, a la vez que prácticos, para lograr objetivos dignos dentro de esas realidades. Dicho de manera simple, la Cábala da las herramientas que se necesitan para obtener felicidad, plenitud y para llevar la Luz del Creador a la vida propia. Es la manera de alcanzar la paz y la alegría que todo ser humano desea y merece, en la más profunda esencia de su ser.

 

En esencia, la Cábala (palabra que significa «recibir» para algunos, «clave» para otros) es una «ciencia» que busca en la Torá (el Pentateuco, los primeros cinco libros de la Biblia), el significado del mundo y la «verdad». Pretende interpretar los sentidos ocultos de los cinco libros y en ellos busca la revelación. Puede entenderse de una forma metafísica, buscando la iluminación, o se puede entender como un medio a través del cual llegar a conocer la realidad que nos rodea. Kabalística es la afirmación de que «el conocimiento absoluto no tiene objeto sino que es un medio». Para los Kabalistas, el lenguaje es creador y la Torá contiene todos los textos, todas las combinaciones que pueden darse para crear otros mundos y otras realidades. Los Kabalistas entienden que el nombre de Dios está formado por todas las letras que componen el alfabeto y que éste, por tanto, tiene múltiples formas. Dios se sirvió de las letras para crear el universo a través de sus emanaciones o sefirot.

 
                                    Estructura de las Sefirot

 

El Árbol de la vida. Cada círculo representa una de las diez sefirot.

La cábala se encuentra compuesta por diez esferas (sefirot), enumeradas habitualmente en el orden en que el rayo de Dios desciende para crear el mundo, que es la misma numeración que es utilizada por la europeizada cábala hermética.

Se encuentran listados a continuación sus nombres y el significado traducido del hebreo:

1.      Kéter (La Corona. Providencia equilibrante).

2.      Jojmá (La Sabiduría).

3.      Biná (La Inteligencia siempre Activa).

4.      Jésed (La Misericordia. Grandeza).

5.      Gevurá (La Justicia. Fuerza).

6.      Tiféret (La Belleza).

7.      Nétsaj (La Victoria de la Vida sobre la Muerte).

8.      Hod (La Eternidad del Ser. Gloria).

9.      Yesod (El Fundamento. La Generación o piedra angular de la Estabilidad).

10.  Maljut (El Reino. Principio de las Formas).

 
De todas formas hay quien dice que existe una cábala cristiana, a lo que otros responden diciendo que lo más cercano al misticismo judío de la Cábala es el catarismo (Gnosticismo –conocimiento del bien y el mal.)

 

La cábala especulativa investiga los sentidos recónditos relativos a la Sagrada Escritura, y a los misterios de la naturaleza y la creación, y se subdivide en artificial o simbólica, y real o dogmática.

  • En la cábala especulativa simbólica, se prescriben determinadas reglas hermenéuticas para descifrar el sentido oculto de los textos de la Biblia. Así, para descifrar el sentido oculto de los textos de la Biblia (a los que se considera acompañados de un sentido recóndito) se colocan verticalmente unas encima de otras las palabras de diferentes versos de la Sagrada Escritura, resultando nuevas palabras de las letras en lectura vertical. Las palabras se disponen en forma de cuadro para poder ser leídas VERTICALMENTE. Las palabras se juntan totalmente y se las separa de nuevo, etc. A reglas de este orden responden las tres variedades de cábala especulativa simbólica:
    •  
La Gematría considera el valor numérico de la palabra o palabras del texto, cuyo sentido se indaga, el cual será el de otra palabra extraña cuyas letras sumen el mismo valor numérico que aquella o aquellas. Así, en el Génesis XLIX, 10, se lee: «No se le quitara la vara de mando a Judá, ni (faltará) el legislador (la antorcha suprema) de entre los de su generación (descendencia) hasta que venga el Pacífico (Shiló Yabosh)». Para saber quién es el pacífico, los cabalistas suman los valores de número de las palabras hebreas «hasta que venga el pacífico», que dan Yod es igual a 10, Bet es igual a 2, Alef es igual a 1, Shin es igual a 300, Yod es igual a 10, Lámed es igual a 30, He es igual a 5, total 358. Como que los valores de las letras que entran en la palabra מָשִׁיחַ Mashíaj son igualmente 358, el pacífico será el Mesías.

 

 

 

 

 

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